NOCHE DE RONDA

Rondaba una noche de navidad cercana al fin del año y este es el relato de una noche muy peinetera vivida por una pintxos en estado semi-enferma, donde el protagonista es el dúo sacapuntas, es decir el monillo y el aitona, nosotros, (el gorila y la menda) meros espectadores que pringamos como el que más.

Era una noche de luna llena, lo sé porque tenía cena con mi grupo-terapia de Madritxikito, dado el estado de salud de la menda y de una de las churumbeles del grupo, descartamos la sociedad y nos fuimos a casita de horizonte, para velar por la salud de nuestra niña, la de Troya.

El gorila también aprovechó para irse a la sociedad con su cuadrilla de cena y el monillo??? Pues se quedó con su colega del alma, o sea el aitona.

La primera anécdota  la cena, por supuesto la menda se iba pero tenía que dejar al personal servido porque el monillo quería pizza y según el aitona “ese tipo de alimentación yo no la domino”. Dominar no la dominará pero indicaciones más que un guardia de tráfico:

Crees que es suficiente carne picada esa, para toda la pizza…

-También le vas a poner jamón york?? No será demasiado, eso sí queso rallado le echarás no??  Bueno ya que nunca como de eso por una vez…ahora que si al chaval no le va pues nada.

-El chaval ya puede comer especies lo digo por si le vas a poner orégano, aunque claro vete a saber tu madre desde cuando tiene ese bote ahí!

Para cuando había llegado esta última frase yo ya estaba hasta la mismísima peineta de mi pizzaiolo-guardiatráfico, reencarnado en el aitona, mira que es puñetero y picajoso, por supuesto la siguiente fue:

-Tampoco hace falta que te alteres chica, la experta en eso eres tú, pero de comida como supondrás pues un rato largo sé, hala iros pues  tranquilos ahora ya pongo yo el horno y eso… el chaval va estar estupendamente, bastante mejor que con vosotros.

La abuela, inteligentemente, nos había abandonado por su familia peinetera esa misma mañana y bien que hizo. Así que me dejo a cargo de los tres mozos. Llegué  y me acosté en la parte del caserío que mi madre me adjudico a partir de mi parto, es decir en segundo plano. Enchufé el vigila-bebes y de ahí a una horita empezó la fiesta!! Me desperté con el llamamiento del gorila a tono de “Ahí va nena ven ven ven, pufff”. Nuestro querido monillo cual aspersor estaba vomitando toda esa pizza y vete a saber que más en la cuna, bajo la atenta mirada de su padre que lo sostenía al vuelo. Lo llevo en volandas al baño, pero mi hijo que le gusta compartirlo todo, en cuanto pasamos por la habitación del aitona lo hizo al grito de: aitona he vomitat dana dana, he vomitat pizza, esnia, aitonaaaaaaaa (aitona toque de queda he expulsado hasta el DNI!!, traducción libre). Pues nada ya estábamos todos de pie y danzando. Con todo mi sueño y mi bronquitis me puse a limpiar vómitos a la verita del gorila, momento romántico donde los haya. Mientras el monillo se ponía al lado del aitona a explicarle todo todito. Visto el panorama del cuarto, dejé al nieto dormir con el abuelo, al gorila lo pasamos al salón, e intentamos dormir. Y digo intentamos, porque a la media hora escucho:

-A ver ¿ Hay alguien por ahí? el chaval la ha vuelto a liarla.

Me acerqué al dormitorio de mis padres, pero esta vez la cosa era más light, según el aitona:

-Yo creo que le quedaba un resto, porque me ha dicho que le hacia pupa la tripa, y ha sido ponerle mi mano caliente sobre el estomago y al minuto oye pumbala tó pa fuera… (Nada que ahora tiene poderes de curandero)

Por si la explicación del abuelo no fuera suficiente, el monillo con esa verborrea incontenida que tiene desde hace un tiempo y la manillo en alto, me lo reexplicaba al mismo tiempo que me reclamaba poder ver los payasos en la tele.  Yo seguí frotando la alfombra y lo sentaba en el sofá, con intención de explicarle que no eran horas, cuando para mi gran asombro a las 5 de la mañana en la tele-vasca emiten los payasos infantiles. Está claro que el programador es un padre coraje 😉

El monillo se acomoda junta a su padre en el sofá y reclama un bibe de leche, soy la única de la reunión nocturna dispuesta a negárselo, así que su aitona raudo y veloz le sube “genero porque pobre sea quedado vacío”. Me acomodo en el sofá y observo con incredulidad a mi padre como frota con esmero la parte escasa de la cama que se ha ensuciado y le da con el secador del pelo para secarlo.

Aita, ¿Por qué no cambias las sábanas directamente?

-Deja deja, ya si acaso mañana cuando tengas un hueco me avisas y entre los dos es un momento… (Ojiplática me quedo)

Después de dejar un tiempo prudencial  al monillo monillo en posición vertival, decidimos que a la cama con el aitona. Momento en el que monillo se planta con su arsenal de dormir, es decir (Pepapig y George en versión arigurimi,  su doudou Lepoluze y dos cochecitos).

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-Toda esta parafernalia necesita el chaval el par dormir??? ( aitona incrédulo)

Qué dises aitona, tú que dises pitilintxo, es que es que es que ba bai hombre… (No tengo huevos de traducirlo, pero algo así como, abuelo es lo que hay lo tomas o lo dejas)

Mi padre estratégicamente había colado toallas de mano debajo de las dos almohadas cubriendo la cabecera de la cama, observa mi mirada estupefacta.

-Así mejor si la vuelve a liar, quitamos toallas y listo…

Me fui a dormir pensando, como se complicaba este hombre por nocambiar las sábanas, pero señores al día siguiente tuve la respuesta al enigma. Mi padre se paso el día persiguiéndome.

-Chata sin prisa, cuando tengas un hueco me dices y cambiamos si acaso las sábanas y la funda del nórdico…

Pues nada le dije que venga y subimos para los aposentos abueriles. Primera prueba a superar, según mi padre sólo había dos bajeras válidas para la nueva cama y mi madre sabía cuáles eran, así que teniendo en cuenta que mi madre oye el móvil a la décima llamada, me marque un pito-pito-gorgorito y atiné. Pero entonces llegó la solución a mi enigma. Mi padre me dice que me posicione en el otro lado de la cama, que me tiene que explicar la técnica para quitar la funda del nórdico. Técnica??? Este que se cree que en mi casa las camas las hace el gorila o qué?? Pero claro entonces y sólo entonces me acordé de ciertas obsesiones de mi madre, de querer  personalizar y hacer “fácil” lo que ella considera que es difícil. Mi santa madre ha creado un sistema innovador para que los rellenos de los nórdicos no se muevan en el interior y pone una cuerda ojal al nórdico y unos hilos para enlazar en el nórdico.

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A parte de esto, considera que las aberturas que vienen  de serie son pequeñas y también las agrandas y luego les hace el cierre con otra tanda de lazos que hay que hacer. Por lo tanto el mero hecho de cambiar un nórdico por muy habilidosa que seas te toma la friolera de 15 min con sus consiguientes, “mecagoentó” por cada nudo que te toca deshacer y luego lacito que hacer….

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Ahora entiendo como el pobre aitona fundía los plomos del secador en la sábana mojada, sólo nos faltaba anoche  habernos lidiado con las soluciones peineteras de mi santa madre. Pongo fotos para ver si entendéis el sistema, porque me da la impresión que no termino de explicarme jajaja

El título va en honor a mi padre, que al día siguiente en cuanto vio a su nieto danzar por la sala como si nada le dijo aquello de:

-Zer atzo  gabien zer pasau zan? (anoche que anduvimos…), Noche de Ronda?

Que dises aitona, ba atzo indot vomitat no noche de ronda. ( monillo dixit)

PD: este post se tendría que haber publicado hace mucho,meses, pero lo hago justo ahora porque el monillo cuenta con los dedos de las mano cuantos días le faltan para volver a ver sus queridos abuelos, y yo otro tanto porque sueño con mi Madritxikito y cena-terapia 🙂

 

EMPEZANDO POR ATRÁS: Madri-Txikito

Ya sabéis que no sigo ningún orden establecido, y siendo sincera no sé si voy a andar con ánimos, tiempo y ganas de contar mis kilométricas vacaciones. Pero hoy voy a hablar de esa última semana vacacional, que casi por costumbre y hábito suelo hacer en pintxolandia, tierra patria, es decir Madri-txikito.

Estoy escribiendo  de madrugada, en mi bloc de notas delanovata, desde esa habitación-almacén, donde mi madre me ha delegado  con gracia y salero, después de adjudicarle mi habitación al Monillo.

Las rubias quedando bien para la foto 😉

Estoy escribiendo, después de haberme despedido de 2 rubias en un coche que se morían de la risa, risa porque les he enseñado el sistema moderno de reserva de plaza de parking, de mi vecino de caserío. (El avispado de él, deja una silla plegable de madera de la época de la polca, con una bolsa de plástico colgando, en medio del parking, vaya que algún degenerado no le deje espacio para  su Opel Corsa descatalogado). Estas historias  y muchas más, son las que amenizan mis cenas con amigos en la sociedad (dícese de lugar gastronómico, donde cuadrillas de amigos, cocinan, comen y beben).

Parte de la tribu

MANJARES CAN PINTXOS

 Amigos con los que he compartido excursiones al rio, San Fermines en versión bici, caza nocturna de gamusinos, merendolas, un árbol especial, cánticos, confesiones y fiestas populares…

Y con los que ahora, comparto  un grupo de wassap cañero, que nos va a volver locos, fotos de nuestros churumbeles, recuerdos de infancia, momentos agridulces de nuestras vidas y muchas noches de luna llena con confesiones, llantos y risas. Por todo eso y porque me soportan como nadie y me quieren sin condiciones ni perjuicios, este post se lo dedico a ellos “zoragarrixek zaretelako”.

La semana en tierra patria suele ser tranquila y sosegada, es una semana, en la que me doy cuenta de todo lo que he llevado de vacaciones (trastos y bolsas mil) y me insultó a mí misma, es esa semana en la que hago balance de como ha ido todo. Es esa semana, en la que me paseo por mi pueblo, en la que veo viejas y nuevas caras, en la que me chupo mínimo dos días de lluvia (que me hacen recordar que el verde de Euskadi no es pintado, sino mojado 😉 ), en el que como los mejores tomates del año, pero sobre todo, es esa semana en la que el Monillo disfruta como nadie.

Monillo y su amigo el perro «pintxo»

recogiendo huevos frescos con el aitona

Hoy ha sido el día (léase hace una semana), en que he tenido que llamar a mí padre y pedirle que deje a sus amigos y que vuelva a casa, porque su nieto estaba fuera de guardia, sentado, esperando que su aitona llegará en el “seatleon” (el auto del aitona lo lleva marcado con fuego en el alma, cual tatuaje, la razón el disco-móvil que se llevan los dos coleguitas).

Momento merluza

Así que mientras el Gorila y yo, por separado, disfrutamos del último ágape vasco con amigos, el monillo y el aitona se han cenado mano a mano una merluza del cantábrico y habrán tenido una conversación de lo más profunda.

Ahora toca ordenar todo, volver a la rutina, pero sobre todo soñar con ese final de mes, donde la Menda cumple años y su pueblo de engalana para fiestas de “Sanmigueles”. Ese fin de semana donde como las mejores morcillas del mundo, bailo jotas, tomo GT malos pero en buena compañía, paso un frio de perros (no aprendo, vengo de BCN toda veraniega y termino con pantalón de lino y chaqueta polar…), pero todo el mundo me felicita, porque en mi barrio, Madri-txikito, todos saben que es el cumple de la menda (efectos que la orquesta te dedique canción cada año).

El ladrón de patinetes

Me voy a dormir es tardísimo (el gorila sin aparecer) y mañana toca encajar el tettris del maletero, explicar al Monillo que abandona el paraíso, y yo desempolvar la peineta y colocármela bien (es que en tierra patria la cosa suele ser dominio de la pintxos, y suele dejarla descansando), pero ya toca volver a la realidad.

PD: No me exijan mucho señores, una viene abarrotada de ideas, escasa de tiempo y maldiciendo las horas perdidas por falta de conexión. Por no decir que la vuelta a can peinetas ha sido dura. Mientras intentaba colocar las viandas que el aitona me había proporcionado, para un regreso llevadero, el gorila iba mandándome por ascensor los cientos de paquetes, cuando una vocecilla a mi espalda  ha dicho “Amatxo axin freskito”, entonces se me ha iluminado la peineta, el monillo ha ido por su cuenta al baño, deduzco q se habrá bajado los pantalones, hasta donde ha podido, o sea medio centímetro y ha decidido mear en el orinal de pie!! Resultado: mojado de pies a cabeza, orinal entero y paredes colindantes. Mientras el gorila no para de gritar “¡Va, va otro paquete…!”, entonces me he acordado que cortamos el agua ( pero no sé por donde!!),momento agobio: niño en pelotas, baño encharcado en meada, merluza sin refrigerar y un gorila en fase montacargas…HOGAR DULCE HOGAR. Es el momento donde he pensado llamar al aitona y pedirle asilo!!!

El duo sacapuntas limpiando pescado fresco

SIEMPRE HAY UNA PRIMERA VEZ……

Para separarme de mi Monillo. Sí señor, llegó ese día en el  que tuve que emanciparme de mi terremoto más de un día y dejarlo bajo la tutela de alguien que no sea el gorila, (a ver, cuando sólo tenía 4 meses me fui de finde con amigas y lo dejé con el padre, todavía no sé ni como aguanté,  confieso que llamé a menudo ,pero es que claro, sabía que estaba con mis cuñadas y es tal el amor mutuo que nos procesamos…) pero ahora es distinto, toda una semana con los abuelos.

Aquí teneís al trio calavera,mirando no sé que…

La razón que me ha llevado a este punto, es el hecho de estar inscrita en una guardería privada donde me dejo la mitad de mi sueldo y cierran más  días que la pública. Y teniendo en cuenta que  el sector canguro está caro y complicado, pues nada, solución más practica: coche 600km y con los abuelos, que le da un ataque de mamitis no hay manera de consolarlo más que por skype, pero bueno una que le gusta el riesgo.

El primer paso, mentalizar al Monillo, durante una semana cada noche en el momento baño-pijama-cena, frasecita¿A quién vamos a ver  pronto ? (vocecilla de madre alelá) : aitona y abuela (monillo bien aprendido), ¿ Y con quién van a estar? : con Monillo, “ ( todo esto es un fluido y ligero euskera) . Para la tercera noche, ya se tenía la lección tan aprendida  que antes  que le dijera nada me decía de carrerilla: “Monillo con Abuela y aitona, ama zummmmmmm avió  barselona,  Monillo kotxia aitona luego” (Bien, proceso teórico superado, ahora toca la práctica).

Como soy una madre “porsiacaso” (no se si mi compi hijanohaymasqueuna tiene fichada este estereotipo de madre), la maleta del monillo fue casi tan amplia como el equipaje de la niña  Beckam  y “con ti con eso” me olvide lo principal, LAS BOTAS DE AGUA!!! Leñe que voy al norte en plena semana santa (sí, lo sé, este post lleva en el horno medio siglo), parece mentira que sea de allí. Como me dijo el aitona: “no sé tanto trasto, tanta ostia y lo principal te lo dejas, pues menudo panorama pal chaval”. Como ya he comentado en algún post anterior, la entrega del abuelo hacia el nieto es tal, que todos los de alrededor dejamos de existir y cualquier problema que afecte al terremoto es casi, cuestión de estado.

«Adoración del niño jesus»

Vigilando la caída libre

Por miedo a que la cosa no fuera tan fácil, me marque un texto Word con indicaciones, ellos hicieron lo mismo con mi abuela en su época, eso sí, a mano que no había ordenatas, así que me fui dejando al peque con manual de instrucciones y un día de clase teórico-práctica.  Así y todo hubo preguntas matadoras:

-Bueno a ver en total ¿Cuantas capas hay que ponerle al chaval? El body es lo que abajo del todo ¿no? O rollo superman por encima???

-Estos son los pañales de la noche, pero si le pongo uno de los nuestros ¿Qué puede pasar? (pregunta de la abuela queriéndose jugar la no permeabilidad de su colchón nuevo, recién traído exclusivamente del IKEA para “su pajarillo”, no hace falta remarcar que el mio está duro como una piedra, pero quién soy yo ahora en sus vidas para reclamar…

-Esta crema es la del culo, esta la del cuerpo, esto el jarabe homeopático, esto el inhalador de cada día, y  para la cara ¿No tienes una crema para ponerle? ( el  aitona, es todavía más boticas que yo!!!)

– A ver una vez más, pero déjame hacerlo a mí, que sino luego no soy capaz (abuela cerrando belabegu por 3 vez, según las malas lenguas no fueron capaces y lo llevaban sin plegar en la parte trasera o sencillamente no se lo llevaban jajaja)

-Y después de todo esto también biberón, pero este chaval va a dormir ahora o a levantar cajas!!!(Al monillo sale mejor hacerle un traje que darle de comer)

Cabe aclarar que los abuelos regentan un palacio gastronómico, por lo tanto a nivel de comida la cosa fue más que bien, hasta el punto que el Monillo vino con vicios inconfesables como : merendar jamón ibérico con zumo natural  de naranja, huevos de caserío, pilladitos con sus manazas, merluza con kokotxas, gambas de Huelva, y piruletas caseras de chocolate belga!!!

El regreso fue duro: jamón del mercadona, merluza congelada y claro el pobre, el día que le dije hoy arroz, dijo: ama con gangas (es decir gambas).

LA PARTE AFECTADA:  o sea  el gorila  y yo, lo sobrellevamos, decir  que no aprovechamos la ausencia todo lo que se podía, ya que teníamos el síndrome “ausencia de ruido”, nos costó conciliar el sueño el primer día, llamamos varias veces al día para que nos dejaran escuchar su voz, y el único día que nos dejaron hacer skype . Sí señor, sólo un día dejo mí padre que mí hijo nos viera, según él, era para evitar la añoranza y mal cuerpo al crio, manda güevos. Pues eso, ese ratito que lo vimos parecíamos dos auténticos idiotas. A mí, esa semana, me salieron cuatro orzuelos  y tuve una tendinitis, era mi cuerpo revelándose por la ausencia.

EL RETORNO DEL YETI: genial, tal era la gana de vernos que no les dejo a los abuelo parar en 600km, se porto como un sol, dejo que su aitona durante esa semana le quitará del chupe diurno, profundizó su euskera hasta lo más hondo y tradicional, habló cervantino con su abuela, disfruto del pueblo, de la la familia  y creció, y muchooooooooo.

Por lo tanto, prueba supera y siguiente fecha finales de julio .Por si algún día lo leen, mil gracias a mis padres por compaginar la dirección del palacio-gastronómico con la exquisita cría y cuida de chicho terremoto. No hay nada como esto para terminar de confirmar, que la maternidad llega  a ser completa si cuentas con esos  duendes oportunos, cariñoso, únicos y sensacionales que se llaman: abuelos, yayos, aitonas, amamas, nona, etc…

Monillo con los abuelos cumpleañeros,
éste no se pierde un pastel ni loco