Es algo así como cuando las orugas se convierten en mariposas, no sé explicar esa sensación que vives, cuando tu hijo nace y de repente no reconoces a tus padres. (A ver, para las que estén a punto de parir, la epidural duerme, pero no pa tanto eh…) me refiero a algo simbólico, es decir, por todo es sabido que un niño es la alegría de la casa y que todo gira en torno a él, en mi caso era de sobra conocido la afición “niñera” de mis padres, pero jamás pensé que la cosa llegaría a los extremos que ha llegado. Lo comento porque yo lo percibo, pero su entorno también.
Cada vez que vuelvo a tierra patria, la frase que más escucho es la de, “jolín el aitona como esta con el nieto, se le cae la baba” por no decirme educadamente, que parece el San Bernardo del pueblo. Incluso mis amigas, no tuvieron que esperar a que mis puntos secarán y tuviera el valor de sentarme en el ordenador, para enviar fotos (de mi suelo pélvico y mi pulpería, otro día os ilustro), ya que, si en el primer mes de vida de mi monillo, te cruzabas con mi padre y se te ocurría preguntarle por el nieto, ya la habías liado, sesión de 5 minutos de fotos de móvil, con su correspondiente babeo, de verdad esta pa comprarle una babero.
El siguiente paso que percibes es el destierro o abdicación del trono, es decir dejar der ser “la niña” para ser la madre de su “niño”, en mi caso supuso el no tener derecho a los mejores trozos de merluza, porque son pal nieto, el tener que ceder con disimulo y poco a poco, mi habitación de toda la vida a mi hijo y retirarme con mucha delicadeza y tacto a la despensa, que reconvierto en habitación la abuela, si si la despensa!!!!! Y por último, asumir que ya no tenía derecho a volver a casa ningún fin de semana, si no era con el monillo incluido en el pack. (Se acabaron mis findes de desconexión sin gorila en territorio comanche).
Detalles como el teléfono suena, desculegas y digas: ¿hola ama que tal, dime que querías? Y en tono de oficina te responda: buenas tarde yo quisiera hablar con Monillo Peinetas (es decir nombre y apellidos completos de tu churumbel) sí sí, con su nieto que balbucea o chapurrea frases en vasco-catalán, que no hay tu tía que descifre y menos ella, pero nada, y por supuesto el monillo le da cancha, creo que en fondo están compinchados (es un vendido, lo hace por las merluza, las kokotxas y las piruletas de chocolate). Con el aitona el tema es más profundo, es el mismo monillo quien pide a cobro revertido la llamada y por supuesto se traen un rollito skype, que hartita me tiene, hasta el bañito somos capaces de retrasmitir vía skype : “monillo por banda derecha, va gorila quita pantalón, regate de maría- peinetas por la derecha con albornoz y golllllll de saturnino” (es el pato de acuático del monillo).
La frase del título, me la inspiró la madrina del monillo, que un día relataba como también en carnes propias, se dio cuenta como desde que su hijo nació, ve de manera diferente a su padre ,es decir mi padre no es ya mi padre, sino el abuelo de…..Así y todo este post va para él, para mi aita, el mejor aitona del mundo, porque como bien he pensado más de una vez, no hay mejor tratamiento ni quimio para sus pequeñas manchas (lo siento odio la palabrita dichosa), que mi monillo en dosis comprimidas y racionadas. Además para alguien como yo, que tengo cordón umbilical paterno, no puede haber mayor gozo que ver esa complicidad tan especial, que se tienen dos de los hombres más importante de mi vida.