Bueno según mi familia, he repatriado a mi hijo más que expatriarlo, porque el monillo tiene más RH made in pintxos que yo y su padre juntos, para algo ha heredado de las dos partes. Es decir, que no pienso desistir en ponerle flamenquito del bueno y en que me vea dar palmas y mover mi cuerpo serrano, pero así siendo sinceros a día de hoy lo que le pone al monillo es el “irrintzi, la txistorra y esos paisajes verdes, que siempre refleja de manera abstracta en sus dibujos del cole”. Dicho esto procedamos o por lo menos lo voy a intentar (este post lleva dos semanas en el horno), a explicarles cual es y será hasta el viernes mi situación.
el gorila
TRENDDY MOTHER = PRINGEITIT MOTHER
Tiempito llevo yo queriendo escribir este texto, la razón, pues eso, que estamos todos últimamente muy fashion, cool, trendy, muy outfit y muy english, pero en realidad lo que estamos es agilipolleinting a tope.
De sobra es conocido en este mundillo bloguero-maternal, que ahora eso de hacer madalenas está “demodé” y que toca hacer cupcakes, que nada de envolver los regalos con papel de Mickey, venga wassitape…
Si te quieres mantener al margen no puedes, no si tienes un niño y va la guarde. Se supone que tu pagas (en mí caso un pastizal bárbaro), para que se encarguen de cuidarlo en tu ausencia de madre oficinista, pero lo que no te esperas, es que envíen “tareas” varias durante ese periodo. O sea además de pagar, pringar, y claro no va a ser tu menos que el resto de las madres ¿no?
En mi caso los retos han sido: Álbum familiar, tarta cumpleaños, caja de recuerdos, trajes de carnaval, libreta viajera y adornos de navidad. Nada oye para una que tiene tanto tiempo libre y esa habilidad manual, y siendo de cerca de Bilbao, pues oye Patxi pan comido ostias!!
Me percaté del asunto después de realizar el álbum familiar, que en mi caso fue un álbum de esos que te regalaban cuando revelábamos fotos en el siglo pasado, pues en uno de esos, puse unas cuantas fotos de la trupe peinetera y de pintxolandia, con unos carteles en cartulina de toda la vida sin mucha perifolla y ahí recibí mi primer batacazo de madre frosty. El día que se recolectaban, cual sapo de boca grande me quedé y pensé, a ver tiene 8 meses, pero no es plan que el Monillo se sienta como el cutre de clase, en ese justo momento es en el que vendí mi alma al diablo y me entregué por completo a la tarea de ser una madre relativamente manitas (digo me entregué, pero no alcancé), tuve dos años para ir mejorando en la materia.
Todo este proceso, el gorila lo vivió desde la distancia, es decir observando desde burladero el toro y al ser posible salir a tentarlo lo justito, más que pa picar a la peineta y tambalear su poca autoestima art-attack. Su primera incursión fue en el adorno navideño, yo quería una campana y el dijo “tanta ostia para algo sencillo, no si al final te tengo que sacar siempre de todos los apuros, si no fuera por mí…” observen la imagen de la izquierda, y juzguen ustedes mismo. Pero para comprobar que a veces el esfuerzo tiene recompensa a la derecha va la imagen del adorno de este año, todo curradito por la menda.
Para el tema de las “cajas de los recuerdos”, fue distinto, me las chupé enteritas, la primera me tocó hacerla en la guarde cual madre primeriza a la vera de mi churumbel, que con 13 meses escasos lo único que hacía era desmontar cualquier cosa potable que yo pusiera, pero como tenemos que compartir esos momentos especiales con ellos pues eso, (Tú lerda, págame un pastón, vuélvete loca para pedir unas horas libres en la oficina, vente aquí a currarte una cajita, y para hacerlo más difícil todavía te endiño a tu peque, a ver si eres capaz… aquello parecía surrealista y pa colmo la directora sacando foto) Resultado: todavía no he sabido clasificarlo en que corriente artística encajaría.
Este año como madre experimentada, les mandé a freír pimientos y opté por la opción Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, pero en casita, de noche y sin perturbación alguna, más que la mirada delictiva del Gorila, el resultado juzguen ustedes, yo creo que no ha quedado mal.
De la repostería no hablo, porque mi profe ya me despellejó, pero aprovecho para decir que de la foto donde hay un resumen de mis trenddy-cooking, la madalena es trampa, es decir lo de arriba lo hice con plastilina, hartita me tenían estas del 15J con sus requisitos de anti-sorteo 😉
Para lo último, dejo el momento estrella, los disfraces de carnaval, ese momento en que las mamis-versace y mami-dior, nos enfrentamos a ese desfile donde nuestros hijos con gracia y salero, o desgana y llanto, pasean nuestras creaciones nocturno-sonámbulas, o abueriles. El primer año fue de cocinero y personalmente, sin la colaboración de la abuela para rematar mi modelo no hubiera sido lo mismo. Después de una noche haciendo el gorro, apareció el gorila con ese pollo de plástico y fue el elemento estrella, maldita su estampa!! (Estaba pa comérselo, además al caminar desde hace 3 meses, desfilo cual Kortajarena).
Este año me lo pusieron un poco rarito, tocaba currarme un traje de mago de circo, y allí se fue la peineta a comprar metros de tela dorada y plateada a tunear y crear: chistera, corbata, fajín y la capa, esa capa que me dio unas noches de lunas y estrellas.
Este año ya va al cole de mayores y tengo la esperanza que el que tenga que hacer clases de manualidades sea él. Pero confesaré que con el carnaval tengo una relación amor-odio me chifla y me muero porque nos disfracemos, pero cuando me vea liada en todo el motrollón pensaré PA QUE TE METES MANOLETE!!