Hoy vengo como una novata de la bimaternidad con la sana de idea de contar como puedes llegar a ser bipolar para poder asumirla y llevarlo con cierta dignidad, o eso o vuelvo a bajar la tasa de natalidad de golpe. Sin más propósito que hacer terapia, porque con lo que llevo gastado en la churumbel de osteópatas, leches especiales y etc. para sus porculeros dos escasos meses de vida no me da para el psiquiatra y total esto es parecido o mejor, yo suelto mi rollo, algunos me leéis con santa paciencia y con suerte me siento hasta arropada por otra panda de bipolares, perdón quería decir bimadres. Por supuesto desde aquí mi admiración a todas aquellas que a partir del segundo hijo siguieron cortando leña con ahínco y pasión evitando el látex y aumentado la tasa de natalidad. Eso no es bipolaridad sino un don especial de la paciencia y la tolerancia infantil que no se vende en capsulas, la locura no va con vosotras, principalmente porque no os tiene que quedar ni tiempo para ello. Sigue leyendo
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Un PARTO estreñido
Si os soy sincera no tengo claro si iba a contar el parto o abertura de mi Huevo Kínder, pero después de tanto quejarme y tanto pedir parece ser que era lo lógico o eso me ha dejado caer una amiga mía. Así que este post semi-forzado se lo dedico a una de mi cuadrilla que está en pleno postparto de primeriza y la cual suele tener el detalle de leerme a menudo, y qué quieren que le diga a una eso le emociona.
Ya os digo desde ahora que no tuve una horita corta ni un parto “pedo”, aquello fue más largo que un día sin pan y más que pedo fue un estreñimiento de 16 horas en toda regla. Pa que parir prontito pudiendo pasarte día y medio allí dentro y conocerte tres turnos de médico pa qué…esa soy yo, ya que voy aprovecho y me tomo mi tiempo, oye que visto así no voy a parir nunca más y que no se diga que no le dedique tiempo y observación a la última vez que estuve en un matadero, perdón quería decir paritorio. Sigue leyendo