La Menda

Soy la madre del monillo, también conocido como chicho terremoto por otros lares, soy madre desde hace 24 meses largos y pasados (adjunto dos dibujos pa que os hagáis a la idea) según el título que firmó Juanca, soy Licenciada en Traducción, pero ejerzo de maría-oficinista desde hace 10 añitos en Barna capital. Soy mitad andaluza (mi lado peineta) y mitad vasca (léase pintxos), resido en catalanolandia  y comparto mi vida con el maromo (o Gorila) desde años ancestros. Soy una bomba en  ebullición, charlatana a más no poder, mal hablada, visceral y según mis amigas muy Bree Van de Kamp. Soy una mezcla, entre maruja, feminista, madraza, amiga fiel y compañera de batallas.

La moi cuando todavía era potable

Pero como la “moi” no seré objetiva doy veda a alguien que me medio-conoce para que remate mi presentación, os dejo con J.

[J] Pues con la venia concedida, supongo que no me queda más remedio que ser cómplice del parto de esta criatura cibernética. Mi querida amiga «N» no puede quejarse de que la actividad de su monillo sea registrable en la escala de Richter porque de casta le viene al galgo. ¿Que te estorba un bloque de 50 kilos para aparcar? No pasa nada, N. lo echa para un lado y menuda plaza te deja en un pispás. Si el monillo acaba metiéndose en la mitad de actividades extraescolares que lo hacía su madre hasta poco antes de traerlo al mundo, será levantador de piedras y poeta como I. Perurena. Peeeeero, además, nadará como M. Phelps, bailará como J. Cortés, hablará más idiomas que C3PO y, espero, heredará la vena culinaria vasca para prepararnos deliciosos bocaditos a su madre y a sus amigas cuando estemos todas jubiladas en un chalé guapetón en las afueras de Mayami.  Un consejo: respirad hondo antes de leer sus ocurrencias. Su caudal verbal transcrito puede provocar taquicardia (comas y puntos… esas minucias ;-)). Eso sí, si os tienen que ingresar, será con una sonrisa. ¡Que empiece la función!

The Monillo o chicho terremoto