Cuantas veces habremos escuchado esta frase en la infancia y cuantas veces la repetimos en nuestra fase de maternidad. He de decir en mí contra, que la menda es “fille unique”, por lo tanto tengo mucha paranoia con que el Monillo sepa, que las cosa no son sólo para el (por suerte ha salido bastante más generoso que la madre).
Vamos a ponernos en situación, para ver lo plastas que llegamos a ser y lo mucho que pasan de nosotros y nuestros consejos nuestros mini-yos. No se me ocurre mejor sitio que el parque, sí ese gran lugar donde nos damos cita la fauna del babyboom. En mí caso suele ser en lugares de muchas hectáreas, donde un 45 % esta dedicado al pipican (dícese de espacio kilométrico acotado para perros), otro tanto al ciudadano de a pie, con esos bancos tan modernos e individuales que conllevan a la relación unilateral con uno mismo, y luego en 5% que queda a la zona infantil !!! Sí ese reducto mínimo y cerrado, donde nos tenemos que dar de ostias para poder entrar, los progenitores, los peques, los begabelus, las motos, las abuelas……bueno tipo latas en sardina.
El primer reto empieza con el balancín, si señor, ese preciado columpio que debe de costar un pastón, porque todavía no he visto ni un parque de Barcelona con más de uno, y claro toca hacer cola. El monillo tiene la lección aprendida y no ha pasado la barrera de la entrada, que ya esta poniéndose bajo el dintel de columpio con carita de perro abandonado, para que vayan dándole cancha. Si en la sección empujadora (es decir donde tu brazo se adormila de dar al columpio) hay padre o madre, la cosa esta fácil, solemos estar por la labor de hacer turno, ahora como te toque un yayo, con la iglesia hemos topau!!! No suelen soltar ni prenda ni turno, a pesar de las indirectas de los allí presentes, y por supuesto si son ellos los que hacen cola, suelen alucinar de que bajes a tu peque para dejarles a sus nietos. Yo en mi caso aplico la norma de la canción, es decir en tierra patria tenemos una canción pal balancín, así que si alguna vez veis a una loca dando a la manivela y cantando algo así como” tilan-talan bihar jai da…”, somos la menda y el monillo. También funciona mucho el sistema de otros padres rollo contamos hasta diez y bajas, que ahora le toca al nene…
Segundo round en el parque: motos, rastrillos, cubos…. Pues eso, cargaros de ellos, no porque vuestro peque vaya a jugar con ello o quizás sí, sino porque va ser una prenda valiosa de trueque, sí señores el parque es un mercado libre, donde tu hijo va a sacar a exposición todas sus armas para distraer al enemigo y así poder apoderarse de las suyas. Es decir las de al lado pueden ser igualitos que los que tú llevas, pero por alguna razón que desconozco, los de al lado son más molones, así que las frases que más se oyes son:
–Fulanito deja de coger eso que no es tuyo, es de Zutanito…
–No tranquila si él esta jugando con las de Menganito (madre acostumbrada)
–Da igual tiene que compartir (madre en fase de convencimiento)
– Y sino el nene cogerá los tuyos eh… ( abuela, yayo o persona mayor!!) prometo haber visto a unas cuantas quitarle con educación al monillo el cubo de Hello Kitty porque era de su nieta.
–Hay no se porque, yo siempre traigo los míos, pero siempre le gusta el de los otros (madre sin habito adquirido)
– Tu tranquila todos lo hacen (madre súper entregada en el papel)
El tema de los vehículos suele ser más conflictivo, todos terminan cediendo su moto o vehículo de desplazamiento porque tu les dices eso de : hay que compartir, y que sólo es un ratito , que no se lo va a llevar, que es suyo y todo ese discurso que te has aprendido al dedillo, pero si te fijas, todos controlan con la mirada, ya sea desde lo alto del tobogán o desde el balancín su molto-moto, su Kitty-bici o su bólido Smith, no hay mejor GPS para un juguete, que su propio dueño. Pero por si acaso etiqueta todos tus juguetes de parque, por si algún día no vas tu y alguien de la family tiene que estar distinguiendo entre cubos, palas y tractores… aquí viene la opción madre classy o sea rotulador permanente y nombre al canto, o madre semi-fashion etiquetas pre-impresas con algún dibujo y el nombre del terremoto ( yo tengo de las dos pa no encasillarme 😉 )
MORALEJA: No todos los abuelos son iguales ni mucho menos, y además ayudan como nadie. No por mucho que insistir va a compartir siempre tu hijo, no por más grande que sea el parque vas a encontrar más columpios, y aunque compres un cubo y una pala como la del vecino, seguirá prefiriendo la del vecino.