En el cole nuevo del monillo tiene la sana costumbre de convocar una “cena de bienvenida”, a comienzos del mismo, para integrar a nuevos y veteranos padres. El gorila y la menda no lo tuvimos nada claro hasta el último momento (vamos, nos apuntamos oficialmente 3 horas antes). El primer reto era conseguir canguro, pero hay una amiga que vale su peso en oro. Mi amiga K. se encargó de ponérnoslo facilito y el monillo colaboró tanto, que hasta del balcón nos despidieron a grito pelado y mano agitada. La cosa no empezaba mal. Segundo reto, la cena, era de “tupper”, es decir cada uno llevaba algo, yo no iba muy convencida de mi aportación, pensé estoy meando fuera de tiesto, pero para mi asombro la mesa gastronómica era de lo más currada y variopinta. Es decir, yo que llevaba maquis variados pensando en dar el cante por rarita y casi paso desapercibida; comida oriental, totillas de 3 pisos, cous-cous, cremas exquisitas…y bebida mucha bebida, demasiada 😉
A la entrada del evento nos recibieron con hileras de velas, una mesa llena de caipiriñas para calentar motores y disfrutar de un espectáculo sin igual. Los padres de P4 se marcaron la coreografía completa de “gama style” con letras “anti-recortes”, animábamos la actuación sin parar, pero nos mirábamos entre los padres de P3 pensado “compañeros el año que viene nos toca a nosotros, supera esto…”
Mientras compruebo que dos caipiriñas son más efectivas que una semana de ibuprofeno y paracetamol, procedí a rellenar cuestionario que nos dieron a la entrada con preguntas tan bien rebuscadas como:
-Este mes, ¿Cuántos días ha habido tortilla en el menú (está la acerté, no soy nadie con el menú!!)
-¿Quién es el presidente del Ampa?: pasapalabra
-¿Cuál es el tipo de calzoncillo usado por los padres del cole? (opté por responder tanga 😉 )
-Frase que resuma la filosofía del cole: Poquito a poco se llega lejos (a estos hippies los tengo calados)
Y unas cuantas más que no os pongo, pero que agüita con ellas!!
Una hora y media de comida variada, postres, bebidas y diálogos forzados, para conocer a los progenitores de los compis de clase del monillo y comenzó la fiesta!! Luces fuera, dentro barra, bajan una bola de cristal y los padres de P4 (organizadores) lo comienzan a dar todo y cuando digo todo, digo todo. Resumible en:
-A codazo limpio por salir en las fotos y videos (a pesar de su animado estado).
-Bailando y entregados a la causa como ningunos, dándolo todo en la pista.
-Provocando entre los padres novatos considerables dudas sobre lo que se planta en el huerto del cole… y cuantas hectáreas se habían fumado!! (Envidia cochina la nuestra)
-Provocando que fuéramos todos a la barra a pedir: lo mismo que ha tomado el que lleva la corbata anudada en la cabeza.
Todo esto aliñado con una lista de spotify sorprendente, que llegó al momento cumbre cuando encadenó una canción mítica catalana, con una ranchera de Rocío Dúrcal, seguido por Gipsy Kings a continuación Rafaella Carrá, para cerrar con “Kortatu” (cuanto menos variado!!). Para el momento rumbero el gorila ya se había entonado, habíamos estrechado lazos con muchos padres y para cuando empezó “sarri-sarri” de Kortatu, pudimos votar cual muelles locos totalmente integrados en nuestro cole hippie-guay.
La fiesta ha sido una gran iniciativa, y así como no queríamos ir, luego tuve que sacar al maromen a tirones. Y si pienso que el peque ya se ha adaptado y nosotros empezamos a hacerlo, puede que hayamos elegido bien. No me olvidaré de la nochecita en unos días ya que nos marcaron cual adolescente discotequeros con el sello del Ampa en la mano.
*Este post de lo dedico a K., por haber hecho de canguro como nadie, pero sobre todo por ser una tía cojonuda que facilitó que por una noche fuéramos los padres locos del monillo. La maternidad expatriada es llevadera gracias a la tribu, que no sólo es la familia.